56 Posguerra

En Olaz no pasaron hambre al ser agricultores, pero sí necesidad. Comenta que vestían como zarrapastrosos. Se hacía mucho estraperlo pero el Sindicato Nacional del Trigo obligaba a declarar la cosecha y pagaban menos de la mitad que lo que sacaban si lo vendían de estraperlo. Cuenta una anécdota de una pareja del pueblo que fueron a declarar la cosecha ante Uranga, jefe del Sindicato Nacional del Trigo, y al declarar Uranga les dijo que "declarasen más porque seguro que habéis cogido más". La pareja les respondió que como iban a declarar más, si era eso lo que habían cogido y Uranga les respondió: "pues robad". Cogieron el carro y fueron a los campos que el propio Uranga tenía en Sarriguren y una vez que habían cargado el trigo apareció Uranga con la Guardia Civil y les dijo, "ahora llevadlo a mi almacén". Cuando estos le dijeron que la idea de robar había sido suya, Uranga les contesto, "sí, pero no a mi".